August 20, 2022 @ 11:45am
28 21

https://www.youtube.com/watch?v=nmpBEoiuUBw&ab_channel=DemiLovatoVEVO 

Hace mucho que no escribo en este blog, quizás porque últimamente la vida me trata muy bien (los grandes artistas nacen de la tristeza y la oscuridad) y además ya encontré el amor– su ausencia fue motivo de muchas letras años atrás. 

Pero esta canción volvió a revivir algunos recuerdos que tenía bien guardados en mi cabeza, en el cajón de atrás, cayéndoles polvo. 

Cuando tenía 21 años, la gente por lo general asumía que tenía al menos unos cinco años menos por mi aspecto físico inmaduro y mi forma de pensar ingenua. Cuando tenía 21 años me sentía angustiada y presionada por la sociedad porque nunca había tenido un novio. Cuando tenía 21 años tenía el corazón roto porque quién en momento creía era el amor de mi vida se acababa de comprometer con alguien más. Y en ese momento se apareció el señor de los 28 años. 

Por aquel entonces, el señor de los 28 años tenía un cargo público importante dentro de nuestra industria– razón por la cuál a mi me parecía justificable salir con él y deshacerme de la etiqueta de nunca haber tenido novio, aunque no me gustara ni me sintiera atraída por él. Siempre me sentí culpable por eso… ¿pero fui yo la que estaba persiguiendo el poder o fue él el que usó el poder para embaucarme? 

El señor de los 28 años era un señor ya bien recorrido. Constantemente alardeaba de las muchas mujeres con las que se había acostado… tenía una lista física escrita a mano, con más de cien nombres en ella. Me desconcertaba que la lista había seguido creciendo incluso cuando él decía haber estado en una relación de seis años. Siempre me preguntaré porque seguí ahí, a pesar de la señal de alarma. 

El señor de los 28 años también alardeaba de su uso de las drogas. Incluso una vez llegó a un restaurante para una cita completamente enmarihuanado a pesar de haberle dicho que por favor no lo hiciera porque yo no sabía cómo lidiar con personas intoxicadas. En esa época yo ni siquiera tomaba vino. Siempre me preguntaré porque seguí ahí, a pesar de la señal de alarma. 

Después de conocer al señor de los 28 años, cuando finalmente empecé aceptar sus insistentes salidas, él se enteró que en menos de una semana me iba fuera del país por un intercambio. No recuerdo cómo surgió el tema, pero él también sabía muy bien que yo no tomaba alcohol y que era virgen.

La noche antes de mi viaje, él me invitó a su casa. Cocinó pasta y me convenció que la pasta iba mejor con vino según él había aprendido en todos sus viajes. Afortunadamente la pasta le quedó mal hecha y yo tenía un terrible dolor de estomago que no me dejó disfrutar de la velada. El vino rápidamente perjudicó mi juicio: de repente nos encontrábamos en la cama de su cuarto y él intentaba abrir mis jeanes. En ese momento volví a la realidad y me reincorporé. Él decía que intentara sólo la puntica, que eso no pasaba nada. Yo rápidamente me levante, cogí mis cosas y pedí un taxi. 

El señor de los 28 años me llenaba de regalos. Yo pensaba que de eso se trataba el romanticismo. El señor de los 28 años me insistía que yo le escribiera cartas a él… más tarde él usaría esas cartas para decirme que fui yo la que lo embauqué a él. 

El señor de los 28 años fue a visitarme a la ciudad donde estaba haciendo mi intercambio. Recuerdo claramente cuándo entraba a las farmacias y él gritaba a la farmacéutica preguntando si vendían pastillas anticonceptivas. Yo muy apenada rápidamente le tapaba la boca y le explicaba que no me sentía conforme con comenzar a tomar medicina sin primero consultar con un doctor y mucho menos en un país donde ni siquiera hablaban mi idioma. Y luego él lo volvía a hacer en otra farmacia. 

Durante mi intercambio yo tuve problemas con una clase porque era muy avanzada y usaba integrales, yo apenas había tomado cálculo diferencial. El señor de los 28 años en una tarde me explicó brevemente la idea general detrás de las integrales, lo cual me sirvió para yo poder resolver mi tarea. Poco sabía yo que el favor me iba a salir carísimo ya que muchos años después de haber terminado con él, él seguiría ufanándose públicamente en decir que con eso él había salvado mi intercambio. ¡Já! Qué tal mis profesores se ufanaran de esa manera con todas las cosas que ellos me han enseñado.

Mi mejor amiga un día me hizo un reclamo, me preguntó porqué yo me había aislado tanto de todo el mundo ahora que salía con el señor de los 28 años. Yo tampoco sabía porqué. El señor de los 28 años decía que iba a proveer por mí a falta de mis padres, que dejara tirada mi universidad en Bogotá y me fuera a vivir con él en Europa. 

La gota que derramó el vaso fue cuando fui a un congreso académico y un reconocido físico aleatoriamente me empezó a seguir en Twitter. El señor de los 28 años me montó una escena de celos y prácticamente me dijo que no debía volver ir a ningún otro congreso. Finalmente ahí decidí terminarle. 

El noviazgo no duró ni siquiera un año y tuve que soportar tres años de acosos. A pesar de haber sido muy clara con él de no querer nada más, el señor de los  28 años seguía insistiendo. Se aparecía en mi casa. Me enviaba regalos. Seguía diciéndole a las personas que aún era mi novio. Se aparecía en los lugares donde sabía que yo iba a estar. 

La última vez que lo vi fue en un evento dirigido al público para el cual yo era maestra de ceremonias, tres años después de haber terminado con él. El señor de los 28 años se apareció ahí bajo a excusa de que es un tema que a él también le interesa, sin embargo yo sé muy bien porque se apareció ahí. Ni corto ni perezoso, tan pronto llegó al evento, abordó a mi mejor amiga sin conocerla a ella para preguntarle sobre mí. En menos de cinco minutos ya había vuelvo a mencionar cómo el había salvado mi intercambio y se burló de la novia de mi amiga porque era profesora de educación física y no física.

Mucho después de haber terminado, el señor de los 28 años colocaba cosas absurdas en su Twitter tales como “mujeres lindas e inteligentes con las que he salido” incluyendo cuatro fotos con diferentes mujeres, una de ellas donde yo le estoy dando un beso en la mejilla. Y después se ufana de ser un militante feminista. Feminista mis cojones. 

Al menos me queda el gusto de decir que el señor de los 28 años (que en la actualidad ya los cuarenta le respiran en la nuca) no me puede agregar en su estúpida lista a mano. 

Siempre me sentí una gran culpa por haber salido con él. Yo sentí que fui una mala persona con él, que muchas veces lo ultraje con mi silencio e indiferencia, que no fui honesta y genuina con mis sentimientos. Y quizás sí. Quizás no. En ese momento nunca pensé que siente años fueran mucha diferencia, pero ahora que ya pasé los 28, lo veo todo diferente. En las palabras de Demetria Lovato:

Finalmente veintiocho
Divertido, como tú lo fuiste en su momento
Pensé que era un sueño de adolescente, sólo una fantasía
¿Pero era el tuyo o era el mío?

Finalmente veintiocho
Veintiuno nunca pasaría por mi cabeza
Pensé que era un sueño de adolescente, una fantasía
Pero era el tuyo, no era el mío

March 25, 2021 @ 12:05am
Tengo tanto amor para dar *

(Texto editado de Noviembre 2020)

Pocas veces me doy el permiso de fantasear sobre construir una familia. En parte porque siento que aún estoy muy joven (¿realmente sigo siendo joven?) y en parte porque me da mucho miedo ilusionarme con la familia perfecta y que la realidad no se ajuste a las expectativas.

Pero hoy lo voy a hacer. Lo voy a hacer porque en mi corazón hay mucho amor y le pido al universo que escuche mis plegarias. Me imagino un futuro feliz. Casada con el amor de mi vida. Le pido de manera muy encarecida a la vida poder amar al indicado sin reserva alguna y con mucha intensidad.

El amor de mi vida es una persona ambiciosa y muy estudiado. Un hombre caballeroso, con una sonrisa espectacular. El alma del lugar a donde quiera que vaya. Apasionado por lo que hace. Amable, líder, mentor. Pero sobretodo, un hombre profundamente enamorado de mí, que me admire y me apoye en mis proyectos. Nuestros proyectos.

Al amor de mi vida también le encanta viajar por el mundo, es sensible a las diferentes culturas y es políglota. Por ese amor a los idiomas es que le enseñaremos a nuestros hijos a hablar los que nosotros sabemos y aprenderemos en familia muchos más. Me imagino la casa llena de stickercitos en alemán o algún otro idioma de turno, riéndonos a carcajadas de los errores que cometemos y practicándolo en la cotidianidad del día a día. También me imagino viajando por el mundo entero en busca de la mejor educación académica e integral para nuestros hijos.

En este momento, sueño con tener tres hijos. Un hijo mayor que será político, y dos hijas gemelas, una actriz y otra científica. Los tres muy guapos, inteligentes y con la mejor repartición de nuestra piscina genética. Comprometidos con las causas sociales y multifacéticos sin importar en qué se desempeñen.

Pero antes de tener hijos, también tendremos nuestra época de pareja, donde cultivaremos nuestro éxito profesional y armaremos nuestra fortuna económica. Aunque no estemos exactamente en las mismas profesiones, estaremos en el ámbito académico y de comunicación, apoyándonos mutuamente en cada uno de nuestros ambiciosos proyectos y brindando con champagne cada uno de nuestros logros.

Y cuando el momento llegué de tener hijos, me imagino sosteniendo por primera vez a nuestro bebe, descubriendo los rasgos de cada uno de nosotros en él, con el corazón desbordando amor y llena de expectativas, con muchas ganas de transmitirle todo lo que he tenido el privilegio de aprender en esta vida. En el fondo suena la canción “corazón de niño” por Raul Di Blasio y mis ojos se llenan de lagrimas al imaginar toda la vida llena de felicidad, gratos recuerdos y tardes doradas que nos esperan por delante.


Ya te conocí, mon lapinou d’amour <3

November 24, 2020 @ 7:57pm
Tengo tanto amor para dar

Pocas veces me doy el permiso de fantasear sobre construir una familia. En parte porque siento que aún estoy muy joven (¿realmente sigo siendo joven?) y en parte porque me da mucho miedo ilusionarme con la familia perfecta y que la realidad no se ajuste a las expectativas.

Pero hoy lo voy a hacer. Lo voy a hacer porque en mi corazón hay mucho amor y le pido al universo que escuche mis plegarias. Me imagino un futuro feliz. Casada con el amor de mi vida. En mi cabeza tengo un rostro, nombre y apellido asociado al amor de mi vida y también le pido de manera muy encarecida a la vida que si no es él, que me lo saque del corazón de una buena vez para poder amar al indicado sin reserva alguna y con tanta intensidad tal como lo he amado a él estos ocho años. 

El amor de mi vida es una persona ambiciosa y muy estudiado. Un hombre caballeroso, con una sonrisa espectacular. El alma del lugar a donde quiera que vaya. Apasionado por lo que hace. Amable, líder, mentor. Pero sobretodo, un hombre profundamente enamorado de mí, que me admire y me apoye en mis proyectos. Nuestros proyectos.

Al amor de mi vida también le encanta viajar por el mundo, es sensible a las diferentes culturas y es políglota. Por ese amor a los idiomas es que le enseñaremos a nuestros hijos a hablar los que nosotros sabemos y aprenderemos en familia muchos más. Me imagino la casa llena de stickercitos en alemán o algún otro idioma de turno, riéndonos a carcajadas de los errores que cometemos y practicándolo en la cotidianidad del día a día. También me imagino viajando por el mundo entero en busca de la mejor educación académica e integral para nuestros hijos. 

En este momento, sueño con tener tres hijos. Un hijo mayor que será político, y dos hijas gemelas, una actriz y otra científica. Los tres muy guapos, inteligentes y con la mejor repartición de nuestra piscina genética. Comprometidos con las causas sociales y multifacéticos sin importar en qué se desempeñen. 

Pero antes de tener hijos, también tendremos nuestra época de pareja, donde cultivaremos nuestro éxito profesional y armaremos nuestra fortuna económica. Aunque no estemos exactamente en las mismas profesiones, estaremos en el ámbito académico y de comunicación, apoyándonos mutuamente en cada uno de nuestros ambiciosos proyectos y brindando con champagne cada uno de nuestros logros.

Y cuando el momento llegué de tener hijos, me imagino sosteniendo por primera vez a nuestro bebe, descubriendo los rasgos de cada uno de nosotros en él, con el corazón desbordando amor y llena de expectativas, con muchas ganas de transmitirle todo lo que he tenido el privilegio de aprender en esta vida. En el fondo suena la canción “corazón de niño” por Raul Di Blasio y mis ojos se llenan de lagrimas al imaginar toda la vida llena de felicidad, gratos recuerdos y tardes doradas que nos esperan por delante. 

November 13, 2020 @ 7:24pm
Un experimento mental

Esta noche hice un pequeño experimento mental. Imaginé que tenía la capacidad de volver 14 años en el pasado al año 2006, pero con los conocimientos que tengo hoy en día. 

Lo primero que pensé en hacer fue en explotar mi gusto por hacer y editar videos desde que era niña para así hacerme millonaria en los tiempos tempranos de YouTube.

Después me detuve a pensar sobre qué haría esos videos de YouTube. En esa época era una estudiante de colegio, así que… ¿hablaría sobre mis tareas? ¿entrevistaría a mis amigas? Lo más probable es que haría sketches divertidos con mi mejor amiga. 

Pero después se me ocurrió una mejor idea. En el año 2006 me enteré sobre un diplomado que ofrecían en una universidad de un tema que me apasiona mucho. Recuerdo que para ese diciembre le rogué a mis papás que me regalaran ese diplomado como regalo de navidad, pero ellos no tenían el dinero suficiente para eso. 

Así que en mi experimento mental se me ocurrió la brillante idea de hablar con el director del diplomado para pedirle que me regalara una beca de ese diplomado a cambio de realizar videos publicitarios en YouTube. En mi experimento mental, el director aceptaba tal propuesta, no tanto porque viera en ese momento el impacto que YouTube pudiera tener, sino porque le caía en gracia que una niña de colegio le interesara tanto hacer un diplomado y fuera tan ingeniosa. 

Justo en ese momento, caí en la cuenta que si eso ocurría de esa manera, ya no iba a hacer ese mismísimo diplomado seis años más tarde tal como ocurrió en la vida real y por lo tanto no iba a conocer al amor de mi vida. Entré en pánico y grité, queriendo desesperadamente volver al pasado nuevamente y rápidamente para darle Control+Z a esa acción.

No puedo concebir esta vida sin haber conocido al amor de mi vida. Y es quizás por cosas como estás que no existen los viajes en el tiempo. Ya es hora de acabar este experimento mental.

May 3, 2020 @ 1:46pm
Tan feliz que hasta en Dios creí

“Destellos mil de la constelación,
cuento uno a uno y me pregunto, 
Por el destino de mi amor,
Bello romance creo en ti.

En el pasado, presente y futuro,
Enamorada de ti estaré”. 


Hubo una vez en mi vida que fui muy feliz. Estaba tan, pero tan enamorada que hasta mi propio sentir de la vida cambió. Los que me conocen saben que no creo en Dios y que por lo general soy muy escéptica a creer en el destino y todo ese tipo de cosas. Además, realmente no me imagino ni casándome, ni teniendo hijos. 

Pero esa vez estaba tan, pero tan enamorada que cantaba la canción “Luz de Luna” de Sailor Moon y cada una de sus palabras tenía absoluto sentido para mí. Era tan especial para mí que alguien inspirará en mí escuchar una canción de mi infancia al pensar en el futuro, me hacía creer que la vida tenía un orden, un sentido y un motivo. Era un sentimiento que no cabía en mi corazón, sentía que brillaba por dentro.

Estaba tan, pero tan enamorada que hasta le daba gracias a Dios por habernos puesto juntos en esta vida. Me sentía increíblemente feliz. Debo confesar que muchas veces escuchaba la marcha nupcial y me imaginaba en unos diez años caminando hacia el altar, dandole un gigantesco “sí, acepto” con una gran sonrisa en el rostro. Me imaginaba criando juntos nuestros hijos superdotados y creciendo viejos juntos, en los días buenos y malos. 

Yo, la persona más racional de este mundo, creyendo en que todo en la vida pasaba por una razón, convencida que mi nombre estaba escrito junto al suyo en el libro del destino. Me sorprende cómo las circunstancias de la vida, nos pueden hacer ver la realidad de una manera tan distinta. 

También me sorprende cómo una misma realidad puede ser tan diferente para dos personas. Muy seguramente para él, simplemente fui una más que ni recordará. Tan frío y caprichoso, me delegó al rincón de los mensajes nunca contestados. Siempre me preguntaré, ¿qué faltó? 

Pero peor aún… siempre viviré con el temor de nunca más poder volver a vivir algo tan especial y viviré con toda la certeza que los cuentos de hadas no existen. 

February 12, 2020 @ 10:33pm
Recuerdos de Rusia

Habían sido dos meses de días largos y agitados, pero muy, muy felices. En todo momento estaba estudiando fuertemente y explorando la ciudad con mis compañeros de intercambio. Esa tarde decidí tomar una pausa del ajetreo para salir a dar un paseo, tomar aire fresco y despejar mi cabeza.

Me puse mi voluminosa chaqueta de invierno, los guantes grises y ese gorro peludo que tanto me gustaba. Tan pronto salí del edificio, el frio del aire refrescó mi cabeza que estaba hirviendo de tanto estudiar en uno de los diminutos cuartos del dormitorio con cinco de mis compañeros.

Salí sin rumbo alguno, pero cuando llegué a la estación del metro, decidí ir al Parque Gorki. No había vuelto a ir allí desde aquel día de verano cuando lo conocí por primera vez. Me bajé en la estación Parque de la Cultura y comencé a caminar por el puente Krimsky para atravesar el rio Moskva y llegar al parque.

Pude sentir como las ráfagas de viento resecaban mis cachetes y sentí cómo se sonrojaban. En ese momento me acerqué a la baranda y me detuve a observar el río grisáceo y congelado debajo de mí.

Comencé a caminar por el parque. Mis botas con sus enormes suelas que parecían una llanta de camión se sumergían en la nieve con cada paso que daba, generando un pequeño sonido que antes solo había conocido al morder un raspado. Vi una banca y aunque tuve la intención de sentarme ahí, decidí abrazar un poste que estaba al lado.

Como buena nativa del centro de la tierra, mi cabeza no lograba entender lo que veía. Los paisajes no estáticos y variantes eran para mí un concepto totalmente foráneo. En mis recuerdos estaba esa alegre y vibrante tarde cobriza de verano, imágenes que ahora contrastaban con los árboles sin hojas y la nieve decorando todo el paisaje, un encanto austero y sublime. Esa contraposición causó en mí una gran conmoción y un bello abrumador sentimiento de desahucio.

February 12, 2020 @ 8:25pm
Sin el final épico que se merecía

El día que lo conocí, muy seguramente, Cupido andaba distraído. En vez de lanzarnos una flecha a cada uno, me lanzó ambas a mí. El corto trayecto que había entre la puerta del salón y mi pupitre me pareció transcurrir en cámara lenta. A pesar de mi naturaleza racional, para cuando llegué al pupitre, en mi cabeza pensé: “No me importa que no tenga ni la menor idea quién es, con él, yo me caso ya mismo”. Fue amor a primera vista y muy intenso.

Cuando se acabó la clase y cada quién tomó por su parte, me sentí inquieta. Él empezó a caminar en dirección opuesta a mí y yo solo miraba hacia atrás cada minuto para seguirle el rastro. Mi corazón se hizo pequeñito al darme cuenta que ya no lo veía más en la linea del horizonte. Tan sólo supe su nombre y pensé que nunca más lo volvería a ver en la vida.

Esa noche nunca me llegué a imaginar qué tan efímero encuentro se convertiría en una historia de amor, o mejor dicho, de obsesión, que duraría más de siete años y transcurriría en al menos unas cinco ciudades, cuatro universidades, dos países y tres idiomas. Una historia que desafortunadamente se quedó sin el final épico que se merecía.

January 27, 2020 @ 9:12pm
El regreso

Hace mucho que no escribo aquí… y eso quiere decir que hace mucho mi alma no escribe. Sí, me la paso escribiendo una cantidad de blogs técnicos y todos los días escribo sagradamente la crónica de mi vida en mi diario. Pero aquí es donde me escondo detrás de una pantalla para realmente revelar mi corazón al internauta incauto. 

Y quizás no he vuelto a escribir es porque mi corazón se ha marchitado. De la manera más cruel, la vida me mostró que los cuentos de hadas no existen, y yo tan sólo me resigno a dormir para ignorar el pasar de los días en el calendario, para olvidar que la vida es estúpida y que no tiene sentido alguno.

Pero quiero regresar. Quiero regresar porque quiero sanar mi alma con cada una de las letras que digito en este teclado. Quiero compartir con ustedes esta historia de amor obsesión que cambió mi vida. Quiero que se enamoren perdida y profundamente de él y luego lo odien y desprecien tanto como yo. Una historia épica que traspasa años, ciudades y hasta países. Una historia que se quedó sin el final magnífico que se merecía. 

Final que le daré aquí al escribir… pues si no encontré al amor, al menos encontraré la fortuna con esta novela, hijueputa.

June 23, 2019 @ 9:49pm

Uno no sabe qué es estar enamorado hasta que lo vive. 

Estoy borracha, tirada en la esquina de mi cuarto, con los ojos hinchados de tanto llorar. Siento que no puedo ni respirar, muero de la ansiedad. Se me olvidó cómo comer, se me olvidó cómo funcionar. Estoy, literalmente, muriendo de amor. Te amo. Te amo tanto. Me mata esta incertidumbre. Mi cabeza aún no logra entender esta loca historia.

June 9, 2019 @ 10:51pm
"Juventud, divino tesoro,
¡te fuiste para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro…
y a veces lloro sin querer…"

— Rubén Darío

March 6, 2019 @ 11:56pm
«Estoy bien». El cortometraje que retrata la realidad que esconde el suicidio

January 30, 2019 @ 9:57pm
"Del fino arte de coquetear a través de Twitter y otros demonios."

January 27, 2019 @ 4:39pm
Los amores de mi juventud

Uno me enseñó ternura y dulzura,

Otro me enseñó tenacidad e inteligencia,

Y otro me enseñó lujuria y ambición.


He vivido lo suficiente como para saber que en una vida se viven muchas vidas, pero aún soy demasiado joven para saber escoger, aún soy demasiado joven para aceptar que la vida no es blanco y negro, sino una amplia gama de colores complejos que brillan con diferente intensidad respecto al tiempo. Aunque mi mente quiera, mi humanidad me advierte que las emociones no se pueden binarizar. 

December 31, 2018 @ 5:23pm
Adiós mi ciudad, mi país

(Fragmento de un escrito en mi diario en Septiembre de este año).


image


En la tarde regresamos al apartamento y cayó la tarde, con un hermoso sol dorado, el famoso sol de los venados. Simplemente estábamos recostados en la cama, viendo los colores que caían sobre la pared y las plantas. Fue tan mágico en su sencillez. Me provocaba capturar las chispas de ese momento único y mágico para conservarlas en una botella para siempre.

En la mañana llegamos al aeropuerto, y como siempre, la despedida fue dura. En el avión no paraba de llorar. Tenía a Colombia en el corazón. Bogotá, mi linda ciudad, la que amé y odié, pero la que siempre fue y será mi ciudad. 

Recordaba a blanco y negro, con música de piano en el fondo, todos los momentos maravillosos que viví en Bogotá. Todos los sueños que se hicieron realidad. Todo el cariño que recibí. Todo lo que crecí. Todo lo que viví.

Me siento realizada, pero también con un profundo sentimiento de ruptura y nostalgia. Partir fue muy duro, pero un mensaje de voz que me envió mi mejor amiga resume bien la situación: así como viví cosas hermosas en Moscú y pensé que era el topé; pero aun así después seguí construyendo muchos momentos especiales, ahora pasará igual. La vida es hermosa y muchas sorpresas están adelante en el camino.

Mi corazón está lleno de profundo agradecimiento por esa oportunidad de vida que me dio mi universidad. Tengo tantos sentimientos que quisiera saber expresar. Mi cara está hinchada de tanto llorar. Es difícil decirle adiós a las cosas bonitas de la vida cuando llegan a su final. Tantos sonidos, colores, sabores, sentimientos, épocas, etapas… pero este es el camino de la vida y cosas más maravillosas aún vendrán. Y los recuerdos y las enseñanzas de esta etapa siempre permanecerán conmigo.

December 1, 2018 @ 1:54pm
"… y que el amor más destinado y tenaz era de todos modos una verdad efímera."

— Gabriel García Márquez